martes, 3 de febrero de 2015

Sonrisas y lágrimas

Antes de seguir con "Mi vida en el Broggi "aclarar que era en noviembre cuando empezó todo y a día de hoy seguimos aquí.
Como en un buen potaje hay garbanzos que quedan duros y aquí también hay personal que son como esos garbanzos pero otras se merecen que los nombre en estas lineas, bellísimas personas que hacen su trabajo, tienen sentimientos y sienten su profesión, que saben que están con personas que sufren, que sufren dolor, que están en un momento duro de su vida y lo que menos necesitan es que se les trate como soldados de un ejercito o como animalillos de corral.
Mis agradecimiento a Ruth, administrativa que se puso manos a la obra para conseguir hablar con la Dra. del ICO cuando quien debía hacerlo no lo hizo, ni puso empeño. 
A unas cuantas enfermeras y auxiliares, de algunas se su nombre, otras saben que estoy agradecida porque se lo habré demostrado ya que hemos compartido muchos días entre estas paredes: la encantadora Paty ,me alegra oír su voz al despertar, es un encanto con los enfermos y David que la acompaña muchas veces, son comprensivos, educados y humanos, algo que por aquí hace mucha falta.  Ángeles y Virgi , otro equipo magnífico, la dulce Ángeles siempre dando animo y pendiente de todo. Cesar , puro nervio, me encanta como controla, nos hace reir. Gracias a todos ellos por hacer más llevadera esta situación con su profesionalidad y sensibilidad.
Y a otros muchos que ni me aprendí su nombre, decirles que dejan mucho que desear, hay cosas que no se deben de decir como "está así por que no se debió cuidar de joven y todo se paga en esta vida "o " mi padre murió de neumonía"o chillar por los pasillos "a las 7.30 arriba todo el mundo, aquí ya no duerme nadie, hay que levantarse".
Que no estamos de colonias ni en la mili, que son enfermos! 
Recuerdo también a la Sargento Raquel, ella misma se puso el nombre, entraba como tal, levantando a la gente de la cama a grito pelado.
En fin, como he dicho, hay profesionales que sienten lo que hacen y otros que vienen, fichan y ya está, oyen pero no escuchan, miran pero no ven y no es suficiente por que a  mi humilde parecer su trabajo, ante todo, es el de cuidar cuerpos enfermos pero también almas. 
A todos los que nos han hecho sentir bien, mi agradecimiento de corazón.